¿Qué es un cuidador?

Los cuidadores son las figuras de apoyo que se encargan de asear, cuidar, dar de comer, vestir, acostar, levantar y apoyar a los enfermos. Estas figuras forman una pieza clave en el entorno del enfermo tanto a nivel profesional como personal. Es posible que el cuidador sea una persona externa, pero también puede ser un miembro de la familia. Normalmente se encargan del cuidado de personas dependientes con una enfermedad crónica.

¿Qué es la dependencia?

De manera general consideramos que una persona es dependiente cuando necesita ayuda para realizar las actividades de su día a día. Lo normal es que la dependencia vaya asociada a la edad y a las enfermedades. Este tipo de personas serán las que necesiten un cuidador como apoyo en su día a día.

Relación entre el aislamiento social y la dependencia

  1. Envejecimiento progresivo de la sociedad española
  2. Cambios socioculturales en los modelos familiares
  3. Incorporación de la mujer al mundo laboral

Todo ello, ha dado lugar a una situación en la que los ancianos cada vez están más solos y aislados de la sociedad. 1 de cada 5 mayores vive solo. Lo que se traduce en:

  • Personas mayores con depresión, con mucha soledad, falta de actividades, falta de relaciones sociales.
  • Personas mayores con malnutrición por falta de medios económicos, no ser capaces  de hacerse la comida, no querer molestar, etc. 
  • Personas mayores con caídas por el tipo de viviendas reducidas, la presencia de escaleras, etc. 
  • Personas mayores que realizan sus tratamientos: se les olvida tomar la medicación, no le dan importancia, etc.

Por ello, es fundamental que las personas mayores tengan apoyo bien sea por parte de algún familiar o por parte de un cuidador.

¿Cómo realizar las tareas de higine?

En primer lugar es importantísimo llevar una buena higiene de manos personal. La mayoría de las enfermedades las transmitimos con nuestras propias manos, por lo que si eliminamos esa barrera de gérmenes eliminaremos una gran parte de las potenciales enfermedades para nuestro enfermo. Siempre debemos lavarnos las manos antes y después de realizar la higiene del paciente.

Después, para realizar una buena higiene de nuestro paciente, debemos:

  • Tener a mano todo lo necesario, esto incluye: guantes, esponja, jabón neutro, toalla, sustancias emolientes, crema hidratante, pañales, ropa de cama, colonia, peine, bolsa de basura.
  • La higiene debe realizarse de manera diara para evitar posibles complicaciones tales como infecciones, úlceras, etc. Debe ser una parte fundamental de nuestra rutina de cuidado.
  • Si vamos a realizar la higiene en la cama, esta debe de estar adaptada para evitar que flexionemos la espalda en la medida de lo posible. Si queremos agacharnos, debemos flexionar las piernas en lugar de la espalda.
  • La temperatura ambiental no debe bajar de los 25º y la temperatura del agua debe de ser templada o ligeramente caliente.
  • El aclarado del jabón se debe de hacer de forma muy minuciosa.
  • El secado del paciente es una parte fundamental de la higiene para evitar reblandecimiento de la piel y enfriamiento del paciente. La piel debe secarse con pequeños golpecitos, nunca frotando.
  • La crema hidratante debe aplicarse con la piel totalmente seca y en dirección del vello.
  • La ropa del paciente debe ser amplia y de algodón, para evitar úlceras por roce o presión.
  • En cuanto al calzado, este debe ser cerrado para evitar posibles caídas y tener los pies más sujetos.

Alimentación

  • Dieta adecuada al paciente.
  • Si el paciente tiene problemas de deglución es fundamental que los alimentos sean blandos y de fácil masticación.
  • Los alimentos nunca deben estar ni demasiado calientes ni fríos, para evitar quemaduras y resfriados.
  • Colocar al paciente en posición recta
  • Ambiente tranquilo y realizar la alimentación lentamente, sin prisas
  • En caso de necesitarlo, añadir polvos espesantes a las bebidas.

Medicación

Es fundamental llevar un control preciso de la medicación y administrarla de la manera más adaptada al paciente ya sea mediante pastillas polvos o sonda. Cualquier fallo en la toma de medicación puede provocar grandes problemas por lo que hay que llevar un calendario con un horario establecido.

Cambios posturales y movilizaciones

  • Cambiar al paciente de posición cada 4 horas
  • En la medida de lo posible, sentar al paciente cuanto antes
  • Realizar movilizaciones articulares de todas las articulaciones del cuerpo, ayuda a evitar rigideces y atrofia muscular. Deben realizarse al menos 1 vez al día.

Figura del cuidador enfermo

Como cuidador ¿alguna vez piensas en ti? ¿cuidas de tu propia salud?

Es muy probable que como cuidadores se nos olvide cuidar de nosotros mismos. La figura del «cuidador enfermo» se traduce en depresión, dolores de espalda, etc. Y siempre siempre debemos cuidar primero de nosotros mismos para poder después cuidar a los demás.

Es importante saber cuándo pedir ayuda, un cuidador no debe realizar nunca todo solo. Si eres una parte externa de la familia, apóyate en la familia de la persona a la que estás cuidando. Poner límites al cuidado de nuestros pacientes no significa ser peores cuidadores, hay veces que hay que priorizar nuestra salud para poder llevar a cabo el cuidado después de una manera mucho mejor y más sana.