¿Qué es el Parkinson?

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta al movimiento.

Los síntomas comienzan gradualmente. A veces comienzan con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son comunes, pero el trastorno también suele causar rigidez o ralentización del movimiento.

¿Cuáles son los síntomas del Parkinson?

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson suelen ser diferentes para cada persona. Los primeros síntomas pueden ser leves y pasar desapercibidos. Los síntomas a menudo comienzan en un lado de su cuerpo y generalmente continúan empeorando en ese lado, incluso después de que los síntomas ya estén instaurados en ambos lados.

Los signos y síntomas de Parkinson pueden incluir:

  • Temblor. Un temblor generalmente comienza en una extremidad, a menudo la mano o los dedos. El temblor suele tener lugar en reposo, es decir cuando no estamos moviéndonos ni haciendo ningún tipo de esfuerzo.
  • Movimiento lento (bradicinesia). Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede ralentizar el movimiento, haciendo que las tareas más sencillas se conviertan en complicadas y nos lleven mucho más tiempo del deseado.
  • Músculos rígidos. La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden ser dolorosos y limitar el rango de movimiento.
  • Postura y equilibrio deteriorados. Lo normal es que la postura tienda hacia estar «agachado» o con la espalda flexionada, o puede tener problemas de equilibrio como resultado de la enfermedad.
  • Pérdida de movimientos automáticos. Es posible que tenga una capacidad disminuida para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o balancear los brazos cuando camina.
  • El habla cambia. Puede hablar en voz baja, rápida, insultar o dudar antes de hablar. Su discurso puede ser más monótono de lo normal y la fluidez verbal verse modificada.
  • Escritura. Puede ser difícil escribir de manera continuada y como lo hacía antes.

¿Cómo me afectará el Parkinson?

El mayor problema del Parkinson es que afecta a los movimientos cotidianos, como caminar, sentarse, levantarse de la cama, etc. De manera que la autonomía e independencia se pueden ver afectadas notablemente. Por ello es muy importante tener un buen equipo de especialistas detrás para poder consultar y asesorarse de la mejor manera posible.

¿Qué es un fisioterapeuta?

Un fisioterapeuta (llamado de manera coloquial «fisio») es un profesional de la salud que ayuda a mantener a las personas en movimiento y a recuperar diferentes actividades cuando tienen una afección a largo plazo como el Parkinson. El fisioterapeuta debe formar parte de su «equipo multidisciplinar», junto con su médico de cabecera, neurólogo, etc. por lo que debe estar informado en todo momento de su condición de salud.

¿Dónde puedo encontrar un fisioterapeuta?

Lo normal es que sea su propio médico de cabecera, o cualquier otro profesional de la salud el que le recomiende acudir a un fisioterapeuta con experiencia en Parkinson. En los primeros estadíos del Parkinson, es muy importante que su fisioterapeuta realice una buena evaluación, educación y asesoramiento. Lo ideal es que la fisioterapia se realice en su domicilio para así poder adaptar todos los ejercicios a su día a día y a sus necesidades. De esta manera, su fisioterapeuta fijará con usted objetivos comunes (por ejemplo subir las escaleras para llegar a casa, alcanzar a coger los libros de un estante, etc.).

¿Qué tipo de fisioterapeuta debería tratarme?

Lo ideal es que el fisioterapeuta que le trate sea especialista en fisioterapia neurológica y más concretamente que tenga experiencia en Parkinson.

¿Cómo puede ayudarme un fisioterapeuta?

Su fisioterapeuta evaluará cómo el Parkinson afecta a su movimiento, tanto si le han diagnosticado recientemente,
como si lleva más tiempo con la enfermedad. Esto significa que le ayudará a mantener su condición física, y sobre todo a mantener una buena postura, equilibrio e independencia.

Es muy importante que su fisioterapeuta forme parte de su red de apoyo, involucrando a su familia y cuidadores, para ayudarle a manejar mejor su situación.

Ejercicio en el Parkinson

El ejercicio es bueno para todo el mundo y particularmente para ti si tienes Parkinson.
La evidencia científica sugiere que realizar ejercicio una media de 2.5 horas a la semana puede retrasar la progresión de los síntomas del Parkinson. La actividad que realice debe ser individualizada y adaptada a sus necesidades.
Su fisioterapeuta le dará consejos sobre qué ejercicio es el mejor para su situación y diseñará un programa de ejercicios para seguir en casa. Además, dentro de estos ejercicios se incluirán una serie de estiramientos para reducir la rigidez y la lentitud de los movimientos.
El ejercicio no solo ayuda con la sintomatología del Parkinson, ayuda también con su estado de salud general, ya que aumenta la circulación y ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y pulmonares; así como a controlar el estrés y la fatiga y a mejorar el estado de ánimo.

Independencia

Las personas con Parkinson dicen que ciertos movimientos se vuelven más difíciles a medida que la enfermedad progresa. Estos incluyen girar en la cama, caminar y sentarse, pararse (especialmente para entrar y salir del coche). Su fisioterapeuta le enseñará técnicas para facilitar estos movimientos. Además, es posible que le recomiende utilizar ciertas ayudas técnicas tales como andador, bastones, apoyabrazos, etc.

Siempre debe consultar a su fisioterapeuta antes de comprar cualquier pieza de equipo o dispositivo de asistencia. El Parkinson afecta a todos de manera diferente, por lo que lo que podría funcionar para una persona puede no ser adecuado para otra.

Prevención de caídas

Otro de los aspectos muy importantes en el Parkinson es la incidencia de caídas debido a la pérdida de equilibrio y fuerza sobre todo en las piernas. Su fisioterapeuta trabajará con usted en el entrenamiento de fuerza y ​​equilibrio para mejorar cualquier problema que pueda surgir al caminar, especialmente en los giros o cambios de dirección, momento donde más caídas se producen. El hecho de sentirse más fuerte le ayudará a mejorar la confianza y reducir el miedo a las caídas.

Alivio del dolor

El Parkinson puede causar diferentes tipos de dolor. Su fisioterapeuta evaluará su dolor y buscará la causa. Una vez encontrado el patrón de dolor y la causa utilizará diferentes técnicas y tratamientos para reducirlo, tales como: terapia manual, estiramientos, crioterapia, calor, etc.
Hay que tener en cuenta que no todo el dolor está relacionado con el Parkinson y es posible que venga de otras patologías tales como artritis u otra lesión que necesite fisioterapia.

Capacidad respiratoria

El Parkinson puede causar rigidez en los músculos del pecho y debilitarlos. Esto puede llegar a provocar infecciones en el pecho. La fisioterapia respiratoria es muy efectiva para mejorar el volumen y la capacidad respiratoria con diferentes técnicas y ejercicios así como utilizando por ejemplo un espirómetro.

¿Qué me aconsejaría un fisioterapeuta como cuidador de una persona con Parkinson?

Como cuidador de una persona con Parkinson, lo más importante es aprender a realizar transferencias de manera segura y cuidar su postura y su espalda. Para ello, lo ideal sería buscar consejo en algún profesional de la salud enferemera, médico, fisitoerapeutas, auxiliares etc. De lo contrario es muy probable que sufra problemas de espalda por realizar las movilizaciones/aseo, etc. de manera insegura. Es posible que necesite ayudas técnicas para poder realizar todo esto de manera más segura.

Además, es muy importante que como cuidador apoyemos a la persona que cuidamos en su tratamiento y a realizar los ejercicios que le ha mandado su fisioterapeuta para aprovechar el tratamiento al máxmimo.
Si el fisioterapeuta recomienda ejercicios a la persona que cuida, asegúrese de comprenderlos.

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